La gente no tiene que ser alemanas gordas follando súper roja

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Los niños después de la escuela no saben a dónde ir a trabajar. Afortunadamente, mamá, la mejor amiga, la ayudó a encontrar un novio para hacerle compañía. El viejo chivo le contó todo el trabajo duro, presentó al equipo, continuó apoyándolo en todas las formas posibles. En la fiesta alemanas gordas follando de año nuevo, mamá está lo suficientemente borracha como para confesar a los niños que lo hizo todo solo para conocerlo mejor a él y a él mismo. Las palabras que guió al chico y llevaron al perro al baño. Él dispara los cuernos de sus pantalones y la rubia le hace una mamada en cada movimiento.