Gordo, me alemanas viejas follando di la vuelta por el culo

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Sentado en la sala de estar en el Sofá, un hombre maduro se enoja porque no sabe cómo decirle a su hija el mensaje de que ella y su esposa se están divorciando. Para una niña, una estudiante de 18 años, será un gran golpe porque mamá y papá ya no vivirán juntos. Cuando subió las escaleras y se sentó a mi lado en el Sofá, le contó sobre el cambio en el futuro y vio cómo la cara de su hija había alemanas viejas follando cambiado. Ella no quería que la niña se enojara, el padre lamió apasionadamente el coño, insertó su mano en su vagina y luego la folló lo más fuerte posible, haciendo que la perra gemiera de placer y terminara comprando esperma en su cara. Ahora, tal vez no valga la pena preguntar quién tendrá que vivir con su hija, madre o padre.